A inicios del mes pasado, el presidente del gobierno de Chile, Sebastián Piñera, dio un paso en su objetivo de modernizar el sistema de seguridad laboral de su país. Junto a los ministros de Trabajo y Previsión Social y de Salud, firmó un proyecto de ley –el mismo que fue enviado al Congreso para su trámite– que reforma el seguro de accidentes laborales y enfermedades profesionales, el Código de Trabajo y el Código Sanitario.
El mandatario del país del sur explicó que la iniciativa de reforma surgió luego de que 33 mineros quedaran atrapados en una mina subterránea en el año 2010 y “nos dimos cuenta que había que tomar el toro por las astas en materia de seguridad. Y fue a partir de ese instante que decidimos hacer una revisión y una reforma profunda del sistema de seguridad en el trabajo de nuestro país”.
El proyecto apunta a la creación de una nueva institucionalidad y aumentar el compromiso de trabajadores y empresas. “Hemos creado una nueva institucionalidad y un nuevo sistema para hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que ocurran accidentes del trabajo”, señaló el presidente Piñera, tras destacar que le han pedido a los trabajadores que se involucren más, porque nadie conoce mejor los riesgos y peligros que los propios trabajadores. Agregó que también han pedido a las empresas que se hagan una autoevaluación, que no esperen que llegue un inspector de la Dirección del Trabajo, sino que estén ellos comprometidos también en darle a sus trabajadores un ambiente de seguridad.
Uno de los ejes del proyecto es la prevención. “En primer lugar, porque queremos proteger la vida y la integridad física de nuestros trabajadores, su salud y la calidad del trabajo”, el presidente chileno consideró que un trabajador mejor protegido y más seguro, es un trabajador más contento, que va a hacer un aporte mayor en su propio beneficio y de su familia, pero también en beneficio de la empresa y del país. Aseguró que esta reforma fortalecerá sustancialmente la prevención de los accidentes del trabajo.
Uno de los cambios sustanciales a la que apunta la reforma está en el mecanismo de fiscalización, para lo cual “vamos a aumentar el número de inspectores y mejorar los procedimientos para lograr un objetivo muy simple, pero significativo, que refleja una filosofía que es proteger la vida y la seguridad de nuestros trabajadores”.
El presidente Piñera precisó que “nuestra meta en esta materia no es compararnos con América Latina, nuestra meta es alcanzar los niveles de seguridad de los países más desarrollados del mundo. Y vamos avanzando en esa dirección, pero no vamos a descansar hasta no tener la certeza que hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para evitar que se sigan produciendo accidentes en el trabajo”.
Las medidas adoptadas por el país vecino, reconocido como líder en materia de seguridad en el trabajo en la región, indican que siempre hay razones para mejorar y reinventarse. De manera análoga, en el Perú se cuenta con una Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo que requiere la armonización de normas en todos los sectores, orientando de manera eficaz los esfuerzos de empleadores y trabajadores en la prevención de accidentes.
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