[Editorial Seguridad Minera Edición 151] La reciente realización del 4° Concurso Internacional de Mejores Prácticas de Seguridad y Salud en la Industria Minera, que organiza y convoca el Instituto de Seguridad Minera-ISEM, ha puesto en evidencia los esfuerzos que vienen desplegando empresas de la minería peruana por alcanzar operaciones que garanticen protección a los colaboradores.
Entre más de 40 trabajos presentados, 17 fueron finalistas y expuestos a los participantes del XXIII Seminario Internacional de Seguridad Minera. Un aspecto interesante es que estas experiencias correspondían tanto a compañías con operaciones de tajo abierto, como subterráneas y de compañías contratistas. Al final, tres ocuparon el primer lugar y tres el segundo lugar.
Merece destacar la presencia reiterada de varias empresas, pues no es la primera vez que participan en el concurso. Ellas se encuentran en lo podríamos calificar como un mejoramiento operativo continuo. Cuando pareciera que todo está culminado, identifican la manera de subir a un siguiente nivel, asegurando operaciones competitivas, con criterio de prevención de accidentes y de cuidado ambiental.
Tener una estrategia de mejora continua es indispensable. En el caso de la cultura de prevención y seguridad en el trabajo, exige la participación de todos los estamentos de una organización, desde la más alta dirección, pasando por la gerencia y supervisión, hasta los trabajadores de primera línea. En este campo, la creatividad y las soluciones son colectivas.
A nuestro entender, el enfoque de mejora continua hacia todo aquello vinculado a lo más alto de la jerarquía de control de riesgos, es decir, a la sustitución, eliminación y controles de ingeniería, es uno de los factores vitales que viene contribuyendo en la disminución de los accidentes mortales en la minería. Extendamos esa política de gestión a más empresas del sector.
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