Considerando que la identificación y evaluación de riesgos profesionales pertenece a la disciplina de la higiene ocupacional, esta por sí sola no basta para proteger a los trabajadores contra las enfermedades profesionales, explican especialistas del Centro de Prevención de Riesgos del Trabajo-EsSalud. Ellos manifiestan que es indispensable la intervención médica en forma de reconocimientos médicos, vigilancia y posterior desarrollo de programas, pues ambos papeles, ingeniería y medicina, se integran en la prevención de riesgos ocupacionales (junto a otras disciplinas), siendo ello la base y pilar para una gestión activa de la seguridad y la salud en el trabajo.
Tendencia
Según estimaciones de la OIT, las enfermedades ocasionadas por el trabajo matan seis veces más trabajadores que los accidentes de trabajo. Por consiguiente, es indispensable reconocer y prevenir efectivamente las enfermedades profesionales como paso previo para el establecimiento de programas nacionales de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) bien concebidos que contribuyan a hacer realidad el trabajo decente.
Además de los riesgos tradicionalmente relacionados con el lugar de trabajo, están surgiendo nuevos riesgos profesionales como consecuencia de las innovaciones técnicas y de los cambios sociales. Cuando se introducen cambios tecnológicos, a menudo no se acompañan de medidas de prevención contra riesgos conocidos en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo.
En los últimos 20 años ha habido un gran aumento del número de nuevos productos químicos utilizados en el entorno laboral, muchos de los cuales no han sido objeto de pruebas adecuadas. Los nuevos materiales utilizados en el lugar de trabajo, como los nanomateriales, suponen un nuevo reto. Los riesgos físicos emergentes incluyen malas condiciones ergonómicas.
Del reconocimiento al control en el trabajo, radiaciones electromagnéticas y fuertes exigencias y limitaciones de carácter psicológico y mental. No se dispone de datos completos sobre las lesiones y enfermedades ocupacionales debido al subregistro de los mismos, causado entre otros, por un inadecuado diagnóstico y registro, así como por la existencia de grandes grupos de trabajadores sin cobertura sanitaria. Este subregistro es especialmente elevado en lo que se refiere a las enfermedades ocupacionales.
La OPS ha estimado que la notificación de las enfermedades ocupacionales en América Latina alcanza solamente del 1% al 5%, ya que por lo general, se registran solo casos que causan incapacidad sujeta a indemnización o bien estas no son registradas como tales, sino que son clasificadas como enfermedades comunes o accidentes.
Los datos y los estudios epidemiológicos existentes evidencian la magnitud e importancia que tiene la problemática de las enfermedades profesionales en nuestra región. Las patologías más reportadas son hipoacusia, intoxicaciones agudas por plaguicidas y metales pesados, enfermedades dermatológicas y respiratorias.
Ante la coyuntura y tendencia actual de las enfermedades ocupacionales en el Perú y el mundo, es urgente y necesario, entonces, que deba existir un manejo conjunto entre las áreas de ingeniería y salud en el trabajo encaminado a evitar enfermedades ocupacionales mediante la identificación, evaluación, estudio, prevención, eliminación o reducción del riesgo generado por los agentes que se encuentran en el ambiente de trabajo.
Higiene ocupacional = Higiene industrial
La higiene industrial, hoy conocida como higiene ocupacional, es una ciencia que al igual que otras disciplinas como la ergonomía, la psicología organizacional, etc. contribuye a reducir las enfermedades ocupacionales en los centros de trabajo, y que aparte de mejorar la competitividad de toda organización, fortalece el cumplimiento de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo promulgado en el Perú desde el año 2011. Tiene como fin la prevención de las enfermedades ocupacionales o laborales generadas por factores o agentes físicos, químicos o biológicos que se encuentran en los ambientes de trabajo y que actúan sobre los trabajadores pudiendo afectar su salud y su bienestar.
La American Industrial Hygienist Association (AIHA) define la higiene ocupacional como la ciencia y arte dedicados al reconocimiento, evaluación y control de aquellos factores ambientales o stress que surgen en el lugar de trabajo y que pueden ocasionar enfermedades, deteriorar la salud y el bienestar, o crear algún malestar significativo entre los trabajadores o los miembros de la comunidad.
La higiene ocupacional tiene los siguientes objetivos:
- • La prevención, protección y promoción de la salud de los trabajadores.
- • Contribuir con la prevención de la contaminación del ambiente.
- • Contribuir a un desarrollo seguro y sostenible.
Técnicas de higiene ocupacional
Reconocimiento
Consiste en identificar los agentes ambientales que influyen en la salud de los trabajadores. Ello implica un conocimiento profundo del proceso de trabajo, de materias primas, insumos y productos, de métodos de trabajo, instalaciones y servicios.
Evaluación
Evaluación de los riesgos a corto y largo plazo, a través de la objetivación de las condiciones ambientales y su comparación con los estándares máximos o promedios permisibles. Requiere la aplicación de técnicas de muestreo y/o medición directa y en su caso el análisis de las muestras a través de la Higiene Analítica.
Control
Determinar las medidas preventivas que eviten o minimicen la probabilidad de las enfermedades ocupacionales en el origen, el medio de transmisión y el trabajador.
La empresa y la prevención
Recalca la OIT que la participación activa de las organizaciones de empleadores y de trabajadores será importante para el desarrollo de políticas y programas nacionales de prevención de las enfermedades profesionales. Desde el plano de las empresas, los empleadores tienen la obligación de prevenir las enfermedades ocupacionales mediante la adopción de medidas preventivas y de protección a través de la evaluación y el control de riesgos en el trabajo.
Los directivos, los supervisores y los profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo, así como los trabajadores, sus representantes en materia de seguridad y salud y los sindicatos, tienen un papel importante que desempeñar a través de un diálogo social y una participación efectiva. Para el logro de este anhelo, será fundamental el desarrollo y fomento de una cultura preventiva, desde la cual, los miembros de la organización expresen pautas de conducta, o maneras concretas de actuar, que respeten y promuevan la seguridad y salud en el trabajo de manera continua y habitual.
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