La ruptura de la represa Córrego do Feijão de la firma Vale desencadenó el viernes un alud de aguas residuales que dejó hasta el momento un saldo de al menos 60 muertos y más de 300 desaparecidos.
Las autoridades dicen que 427 personas se encontraban en la mina Córrego do Feijao, en el estado de Minas Gerais, cuando la represa colapsó el viernes, desencadenando un mar de escombros mineros en la región.
Cientos de personas siguen desaparecidas y el alcance del daño aún se está calculando, especialmente en la localidad minera de Brumadinho, que quedó casi enterrada en su totalidad. A la fecha, la posibilidad de encontrar más personas vivas es excasa.
Tras el fallo en el dique
Los fiscales ordenaron a la compañía minera, Vale, suspender las operaciones en el sitio, y los técnicos han empezado a centrar sus pesquisas en las causas de la tragedia. La primera de las preguntas sin resolver es por qué no funcionó ninguna alerta.
No sonó la alarma
María Júlia Andrade, que integra el Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM), explicó a BBC Brasil que los habitantes de la zona confirmaron que el sistema de alarma no funcionó en el momento del accidente.
Vale promovió un entrenamiento con los residentes de la región para casos de accidente, orientándolos sobre cómo actuar y para dónde huir si oyen la alarma.
Sin embargo, según Andrade, ninguna sirena fue accionada tras el accidente. «Es la sirena la que desencadena todos los protocolos de seguridad. Si no toca, no hay protocolo», dijo.
En una rueda de prensa el viernes, el presidente de la minera, Fabio Schvartsman, dijo que el accidente pudo haber sucedido de forma brusca, no dando tiempo a que la alarma sonara.
Más peligro
Después del accidente, los bomberos dijeron a la prensa local que la ruptura de la presa había dañado la estructura de otras dos represas del mismo complejo minero.
Pero el presidente de Vale afirmó que solo una represa se había roto y que una segunda, pese a haberse desbordado, tenía la estructura intacta.
Según la Vale, la balsa rota había pasado las inspecciones de seguridad en junio y septiembre de 2018 estableciendo que era una infraestructura segura.
Alessandra Cardoso, asesora política del Instituto de Estudios Socioeconómicos (Inesc), dijo a BBC Brasil que el hecho de que la represa llevara inactiva hace tres años, sin recibir residuos, habría desgastado la estructura.
Para ella, cuando una mina o represa paraliza sus actividades, «la tendencia es que la empresa dé menos atención» a los criterios de seguridad.
Córrego do Feijão está clasificada como una estructura de pequeño porte pero con alto potencial de daño.
El daño potencial se refiere al riesgo «de pérdidas de vidas humanas y de impactos económicos, sociales y ambientales resultantes de la ruptura de la represa», según la ley brasileña en la materia.
Rescate
Entre los desaparecidos, había 100 empleados que estaban almorzando en el área administrativa de la represa cuando un torrente de lodo y agua lo golpeó, dijo el portavoz de bomberos teniente Pedro Aihara.
Imágenes en el lugar del incidente difundidas por la agencia Reuters muestran a personas siendo rescatadas de entre el lodo con la ayuda de un helicóptero.
Críticas y pronunciamientos
“No soy un técnico de minas. Seguí los consejos de los técnicos y ustedes ven lo que sucedió. No funcionó”, dijo Schvartsman en una entrevista televisiva. “Estamos al 100 por ciento dentro de todos los estándares y eso no evitó (la desgracia)”.
“Hay formas seguras de practicar la minería”, afirmó Joao Vitor Xavier, jefe de la comisión de minería y energía en la asamblea estatal. “Es solo que disminuye los márgenes de ganancia, por lo que prefieren hacer las cosas de la manera más barata y poner vidas en riesgo”.
En una conferencia de prensa el domingo, el ministro de Desarrollo Regional, Gustavo Canuto, dijo que el gobierno falló al no promulgar una ley, después del desastre de Mariana (2015), para mejorar las políticas y asegurar las represas.
“La Política de Seguridad Nacional en Represas fue editada en 2010. Es una ley que debe ser revisada. Después del accidente en Mariana se presentaron varios proyectos no pudimos finalizar este cambio en la ley, pero esto es esencial”, dijo Canuto.
El ministro de Minas y Energía de Brasil, Bento Albuquerque, propuso en una entrevista el domingo con el periódico O Estado de S. Paulo una modificación de la ley para asignar responsabilidades en casos como Brumadinho a los encargados de certificar la seguridad de las represas mineras.
La firma alemana TUV SUD dijo el sábado que inspeccionó la represa en septiembre y que todo estaba en orden.
Las autoridades dicen que esperan contener el residuo de la mina de lodo dentro de dos días. La Agencia Nacional del Agua de Brasil dijo que están monitoreando los residuos y coordinando los planes para el suministro de agua a la región afectada.
Antecedentes
El desastre en la mina Corrego do Feijao se produce menos de cuatro años después del derrumbe de una presa en un yacimiento cercano manejado por Samarco Mineracao SA, empresa conjunta de Vale y BHP Billiton, donde murieron 19 personas y se vertió lodo tóxico a un río importante.
Fuente: BBC, CNN y Reuters
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