Gran parte de los materiales que utiliza la civilización actual proviene de la minería. Por eso es la industria más importante y necesaria para la humanidad.
La minería extrae minerales de la corteza terrestre, generalmente en grandes cantidades, recuperando pequeños tonelajes del metal o mineral deseado. Dicha actividad ocasiona impactos ambientales, especialmente en el área de la mina por la acumulación de desmontes, residuos de lixiviación y relaves.
Hasta hace unas dos décadas, la minería se desarrollaba sin normas y prácticas ambientales adecuadas a la protección del ambiente. No había normas que obliguen al titular minero al cierre planificado de las minas al final de su ciclo de vida.
A lo largo de décadas, numerosas unidades mineras fueron abandonadas sin adecuado cierre y remediación. Minas de plata, oro, cobre, polimetálicos y de carbón, así como canteras de material de construcción dejaron instalaciones abandonadas que pueden presentar riesgo significativo para la seguridad y la salud de las personas, así como también para el ambiente.
En minas abandonadas, los riesgos para la seguridad provienen de bocaminas, chimeneas, piques, rajos u otras labores mineras, de la subsidencia (hundimiento del terreno) a consecuencia de cavidades subterráneas dejadas sin rellenar, de depósitos de relaves, de canteras inundadas o con taludes inestables, entre otros.
Los posibles riesgos para la salud provendrían de residuos abandonados con contenido de mercurio, arsénico o plomo, y del drenaje ácido de mina, entre otros. Sólo parte de las minas abandonadas presenta niveles de riesgo significativo para la seguridad o la salud de la población y el ambiente, constituyéndose en pasivos ambientales mineros (PAMs).
Los peligros asociados a PAMs están relacionados con la seguridad, tales como accidentes, caídas, derrumbes, etc., y los provenientes de la contaminación del suelo o el agua.
Minas aparentemente poco peligrosas, presentan en su interior piques (pozos verticales) que no se ven fácilmente, sobre todo cuando uno ingresa en la oscuridad. Un alto riesgo presentan las chimeneas que llegan a la superficie, que no son fácilmente visibles por el crecimiento de vegetación en sus alrededores. Asimismo, hay riesgo de caídas en simas y subsidencias.
En resumen, las minas abandonadas pueden presentar riesgos que ponen en peligro la vida, como las bocaminas abiertas con techos inestables en las que puede ocurrir desprendimiento de roca, derrumbes, inundaciones, avalanchas, monóxido de carbono y bajo nivel de oxígeno en interior de la mina, caídas en piques, etc.
Para prevenir la ocurrencia de accidentes en los PAMs, debe realizarse el cierre y remediación de las minas abandonadas, en cumplimiento de la Ley de Cierre de Pasivos Ambientales y su reglamento, vigentes desde el 2005, lo que ya viene realizándose en nuestro país.
Escrito por José Vidalón Gálvez – Cesel S.A.
Publicado en la Revista Seguridad Minera nº124.
Esteban Dgoberto Martinez Quintanilla dice
Los pasibos ambientales y la contaminacion al medio ambiente y al se humano.